Si los ojos son el reflejo del alma, la piel es el reflejo de la condición física y emocional de las personas. La piel delata a los fumadores, trasnochadores, mal alimentados y hasta a los enfermos. Es el órgano más grande del cuerpo humano y merece mucho más cuido del que se le proporciona.
La falta de cuido, de una limpieza adecuada y el envejecimiento normal, ocasiona que la piel se marchite, el proceso de regeneración celular se vuelve más lento y se propicie el envejecimiento. En cambio, el cuidado adecuado de la piel, la mantiene fresa y joven, exhorta la doctora Eréndira Rizo, dermatóloga del Hospital Salud Integral.La recomendación número uno de la especialista es limpieza. Lavar la piel con agua y jabón es lo más importante, indica.
Sin embargo, el jabón que se usa, juega un rol relevante en el cuido de la piel porque su efecto es de limpieza pero nunca se debe pensar que entre más fuerte es el jabón, más limpiará la piel. “Es una equivocación”, asevera.
La piel tiene siete mantos que la protegen y si se usan jabones muy fuertes y no se cuida apropiadamente, se dañará su capa protectora y se volverá vulnerable al medio ambiente, estará más expuesta a los rayos ultravioletas, a las infecciones y al resequedad, explica.
“El jabón debe ser neutro, como los jabones de niños”, aconseja. “Y entre mayor es la persona, el jabón debe ser más suave porque la piel se va resecando más”, continúa.
¡QUÉ VIVA EL AGUA!
La hidratación es el segundo factor de importancia en el cuido de la piel. La cantidad de agua que se ingiere mantiene la piel hidratada, pero también se deben usar cremas hidratantes o emolientes.
El protector solar es muy importante, no porque incida en que la piel sea buena, sana, bonita o fea, sino porque protege de enfermedades, lesiones o cáncer en la misma, dice.
Protegerse del sol juega un papel de prevención ya que la piel está expuesta a los Rayos Ultra Violetas, que son muy dañinos para ésta. Hoy en día, con problemas en la capa de ozono, el uso de protector solar debe ser una obligación, igual que la pasta dental o el desodorante.
El Factor de Protección Solar (FPS) varía en unos y otros protectores solares y puede ser desde 15 hasta 100. El FPS es el tiempo que la persona estará protegida de los rayos ultravioleta y entre mayor sea el número, la persona estará mayor tiempo protegida. Si se usa un factor 100 estará protegida más tiempo que si se usa un factor 15, pero ambos protegen, ejemplifica la dermatóloga.
No existe el protector perfecto. Es recomendable aplicarlo cada dos horas, o al menos tres veces al día, advierte.
REGENERACIÓN CELULAR
Igual que las uñas y el cabello, la piel tiene un ciclo de crecimiento al que se le llama regeneración celular. Es un proceso natural y hace que la piel esté más limpia y saludable.
El cambio de células ocurre cada 28 días, aproximadamente. Este proceso fisiológico que se da en todas las etapas de la vida, inicia desde que se está en el vientre de la madre.
La piel está conformada por tres componentes: la epidermis, que es la capa más superficial; la dermis, que es el sostén de la piel; y la hipodermis, que es un colchón de grasa.
La regeneración de células inicia en la dermis hasta llegar a la epidermis. Estas células comienzan a crecer hasta llegar a formar su última capa, que son las células muertas. Éstas son escamas superficiales que no se ven y se desprenden diariamente al momento de bañarse.
Algunas enfermedades están relacionadas con este proceso. La renovación celular fisiológica que se hace en 28 días, en personas con psoriasis sucede en cuatro o cinco días, provocando que las células se agrupen y se formen capas y costras, explica.
RECOMENDACIONES
El ABC en el cuido de la piel es agua, jabón y protector solar.
Las exfoliaciones, tanto superficiales como profundas, son saludables porque limpian, hacen un recambio celular y ayudan a retardar las arrugas y líneas de expresión.
El tipo de piel es algo genético y algunas necesitan más cuidado. Las pieles gruesas, grasosas, con poros abiertos o piel de naranja, necesitan un cuido esmerado.
La piel sana debe ser tratada por un dermatólogo y no automedicarse porque se podría complicar, volverse una piel que no se ve fresca ni saludable, formar espinillas, comedones o deshidratarse.
La alimentación es muy importante. Comer saludable, ingerir vitaminas, proteínas, frutas y vegetales.
No fumar, no beber, ni desvelarse. Estos hábitos dañan enormemente la piel. .
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PorHilda Rosa Maradiaga C.
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